Bajo la manida frase de que la música traspasa fronteras, tendemos a enrocarnos, pese a todo, en las bandas salidas de países con tradición rockera o en sonidos fácilmente reconocibles de determinados cánones. Unas veces por pereza, otras por la dificultad de algunos grupos de llegar al público mayoritario. El caso es que hay fusiones culturales en el mundo del metal muy a tener en cuenta que no deberían pasar desapercibidos para todo buen gourmet.
Y no sería la primera vez que el heavy con elementos étnicos (o de parajes exóticos) rebasa fronteras… ¿Quién no conoce el célebre “Roots” de Sepultura? ¿O a Medina Azahara? ¿O a los reyes del Pagan Metal, Primordial? ¿O a los griegos Rotting Christ? Vamos con unas cuantas propuestas y ¡que aproveche!:
Chthonic (Taiwán)
Chthonic es un grupo taiwanés de Black sinfónico con seis trabajos de estudio a sus espaldas. Su estilo recuerda a Cradle of Filth, con letras de mitología oriental e historia antigua. Utilizan instrumentos tradicionales como el erhu (violín taiwanés de dos cuerdas), el koto, el shamisen, el shakuhachi y flautas pgaki, perfectamente integrados en la brutalidad de su propuesta. Pero no nos confundamos; hablamos de una banda muy, muy interesante…
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